Samuel Crow es una sombra, un peón en el gran juego de ajedrez que es la vida. Informático de profesión, argentino de casualidad, español de adopción, él realmente no se identifica con patrias ni fanatismos de ningún tipo. Por ello, un buen día lo dejó todo para concentrarse en la literatura, sus estudios y la escritura. Establecido su nuevo horizonte profesional, quemó el barco para no verse tentado a volver atrás y avanzar siempre en la dirección de sus pasiones. Su camino, él mismo lo dice, está fuera de la hoja juntos a los invisibles, los que ejercen su acción en lo abstracto esperando que repercuta en el espacio. Su voz es el heraldo de las muchas voces que no se conforman con elegir del menú, las que no aceptan el sí porque sí, y mucho menos el no por imposición. Es esa sencilla e insumisa filosofía la marca indeleble de sus historias, el mensaje que siempre puede ser discutido pero que jamás dejará indiferente.